Armand vs Isaac. (Penúltimo capitulo de la primera parte)

sábado, 8 de agosto de 2009

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(Dos meses después de lo sucedido anteriormente)

La guerra esta dejando bajas en ambos bandos (Madra y Lindblum), mucha gente a perdido sus hogares y los pueblos que están cerca del campo de batalla están casi completamente destruidos.

El reino de Madra tiene como comandante a un legendario guerrero conocido como el cuervo rojo.

Mientras tanto en el ejercito de Lindblum tenia de su lado a una arquera llamada Kira, y a dos espadachines uno llamado Armand y otro llamado Vincent.

-¿No crees que siendo el príncipe de Madra deberías ayudar a tu propio reino?- Kira estaba practicando su puntería y sus dos amigos estaba ahí con ella.

-Ellos tienen a mi hermano, lo que nosotros hacemos es evitar bajas por ambas partes- explico el chico.

-Eso es una excusa para no apoyar a tu gente- replico Vincent.

-(Como sea…)- pensó el chico.

Los días habían pasado muy agitados debido a que ahora ellos eran los tres soldados mas fuertes del reino de Lindblum.

-Señor- un mensajero había aparecido –Ha comenzado una batalla al sur de aquí y se les solicita-

-Que raro- dijo Armand sarcásticamente.

Al llegar al lugar de la pelea Armand noto algo distinto es este campo de batalla…esta seria la batalla final, todos los soldados de ambos reino estaban ahí listos para pelear.

-Incluso Isaac…no…el cuervo rojo esta aquí- Armand estaba feliz por ese hecho, estaba feliz por poder enfrentar a su hermano.

y así la batalla comenzó, todos los soldados estaban dando su vida en la batalla sin embargo Armand avanzo directamente en busca de Isaac.

-¡He esperado esto por mucho tiempo!- grito Armand mientras atacaba a Isaac, sin embargo su espada paso como si nada –¿lo partí?…no…- detrás de Armand estaba Isaac parado como si nada hubiera pasado –¿Como hiciste eso?- pregunto Armand asombrado.

-A diferencia tuya yo entrene mis pies y no mis manos, alcanzo una velocidad tan grande que dejo ilusiones cada que me muevo- explico Isaac mientras desenvainaba su espada.

-(Impresionante, una velocidad tan grande que ni siquiera se distingue cuando se mueve)- pensó Armand.

-¿Quieres ayuda?- pregunto Kira.

Armand volteo y respondió –Solo encárguense de que nadie nos interrumpa-

Y así la batalla entre los dos hermanos comenzó, las espadas chocaban (y a veces Armand atravesaba las ilusiones de Isaac cosa que lo enfurecía). Mientras tanto Kira y Vincent se encargaban de que nadie se acercara a el lugar.

-Has mejorado mucho desde que deje de entrenarte Armand- Isaac sonreía mientras peleaba.

Armand también sonreía y entonces respondió –Tantos años he esperado esto y ahora por fin se cumple…mi pelea contigo…¡y la terminare ahora!- al momento que dijo eso dio un salto hacia atrás –probaras mi espada de rayo-

-Entonces tendré que ponerme enserio- Isaac puso su espada en posición para defenderse.

Armand utilizo su espada de rayo, Isaac esquivó algunos golpes y bloqueo otros con su espada (y además algunas ilusiones fueron utilizadas).

-Asesiné al menos a 47 ilusiones Isaac y aun así no te salvaste- se burlo Armand.

Isaac se encontraba frente a el con una cortada en el hombro izquierdo –jajá pero no solo yo salí lastimado Armand-

Armand tenia una pequeña herida en su brazo derecho.

-Parece que estamos igualados en poder- menciono Isaac.

-(Di un total de 134 golpes y solo uno logro acertar e incluso salí lastimado…no estamos igualados, de hecho no soy ni la mitad de fuerte de lo que el es…)- razono Armand –Supongo que ya no hay vuelta atrás, debo terminar con esta pelea ahora mismo, utilizare un truco nuevo- Armand bajo su espada y toco el suelo con la punta de esta.

-¿Que rayos es eso?- pregunto Isaac.

-Te mostrare el…- pero antes de que Armand hiciera algo mas alguien los interrumpió.

-¡Armand! es una emergencia- Vincent estaba muy alterado –tu madre, la reina de Madra esta en riesgo-

-¿Como?- Armand guardo su espada –¿Que ha pasado?-

-Parece que dos soldados de Lindblum la tienen acorralada- explico Kira.

-Vamos- dijo Isaac –debemos ayudarle-

-De acuerdo- contesto Armand.

Armand, Isaac, Kira y Vincent corrían hacia el castillo del reino de Madra sin embargo Isaac estaba pensando en otra cosa.

-(En aquel momento no me pude mover, sentí una extraña energía alrededor de mi ¿Que rayos iba a hacer?)- Isaac estaba preguntándose que iba a hacer Armand en aquel momento.

Mientras avanzaba hacia el castillo iban atacando soldados que se metían en su camino. Y así al fin llegaron al castillo y a la sala del trono.

Al entrar en ella vieron a la reina con una espada negra en su garganta sostenida por un encapuchado detrás de ella.

-Si se acercan le cortare la cabeza- dijo la persona mientras se quitaba la capucha que traía cubriendo su rostro.

Todos al ver el rostro del que estaba amenazando a la reina se sorprendieron.

Armand se arrodillo y de su boca salieron unas palabras.

-Tu eres…-

La muerte de Karin.

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El reino de Alhafra, un lugar al que nadie va muy seguido debido a que es un lugar lleno de bandidos y cosas desagradables.

-¿En serio vives aquí?- pregunto Vincent a Miria.

-Si, pero en realidad solo les pedí que me acompañaran para ver a un amigo es que la ciudad me da miedo, por eso me fui- explico ella.

-No te culpo…-respondió Armand.

De pronto una vos conocida se escucho tras de ellos -Así que al fin llegaron-

-¡Kira!- los dos amigos estaban sorprendidos.

-¿Que haces tu aquí? ¿Donde esta Karin?- Armand estaba sorprendido pero se veía feliz.

-Creo que te lo explicare en otro lugar…será lo mejor- respondió ella.

Una ves que llegaron a un lugar con menos gente Kira comenzó a explicar lo sucedido.

-…entonces tu quedaste inconsciente…-Armand por primera ves se mostraba triste.

-Lo siento si hubiera sido mas fuerte…- Kira estaba llorando.

-No fue tu culpa- dijo Armand mientras salía de la pensión en la que se encontraban llevando consigo la ensangrentada espada de Karin. Miria planeaba ir tras el sin embargo Vincent se metió en su camino y le aclaro que seria mejor dejarlo solo un rato.

-(Si tan solo hubiera sido mejor entonces nunca habría quedado inconsciente en medio de la guerra y podría haber regresado a Alexandria)- el dolor mataba a Armand por dentro.

-El era una buena persona- dijo Vincent mientras daba unas palmadas a Armand –a pesar de no haber crecido con sus padres tu lo educaste de la mejor forma posible-

-Por lo que menciona tu amiga debió ser muy valiente ya que puso su vida en riesgo para defenderla- Miria también estaba detrás de el.

-El hiso lo que crey correcto, lo que tu le enseñaste que era lo correcto- lo consoló Kira.

-(“El era”… “debió ser”… “el hiso”…Karin ahora te has convertido solamente en un recuerdo ¿eso es lo que pasa después de la muerte? ¿las personas solo dicen este tipo de cosas cuando mueres? si es así entonces ellos… ¿ellos hablarían así de mi si muriera?  “Armand era…Armand hiso"…” hablando en pasado y diciendo lo que ellos quieran… entonces eso es la muerte… no para mi… yo…yo…) ¡No la quiero!- grito de pronto Armand.

Vincent un poco sobresaltado únicamente pregunto -¿De que hablas?-

Armand simplemente se quedo mirando el piso sin saber que hacer y entonces respondió –No quiero tener a nadie hablando de mi en tiempo pasado-  entonces recordó…ya no tenia aquello que le impedía volver a Madra…¿que pasaría ahora?.

-¿Que haremos ahora?- pregunto Armand –Yo no tengo deseos de regresar a Alexandria-

Los demás lo pensaron por un momento y entonces Vincent reacciono.

-Ahora que lo pienso la guerra no ha terminado-

-¿Y entonces…?- Kira y Miria no comprendían.

-Lindblum aun aceptara nuestro apoyo- explico Armand –bueno Miria parece que este es el adiós, la verdad espero que te valla bien-

-La  verdad es que me gustaría seguir viajando con ustedes- respondió ella.

-¿Porque?- pregunto Vincent.

Ella sonrió y entonces dijo –es interesante estar con ustedes y además por alguna razón creo que debo mantenerme con ustedes-

-Ve con tu amigo…- dijo Armand.

-Armand…- Vincent planeaba intentar hacer cambiar de opinión a Armand para que la dejara viajar con ellos pero no fue necesario.

-…y te veremos en las puertas del reino al anochecer, tenemos prisa por llegar a Lindblum-

Armand estaba muy triste sin embargo sabia que debía continuar…

Tres historias distintas.

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Este capitulo (si es que se le puede llamar así) es solo para explicar que harán los personajes de momento.

 

-(Donde estoy)- Kira se encontraba recostada en la cama de una gran habitación.

-Parece que al fin despertaste- dijo una mujer que estaba sentada junto a la cama.

-¿Donde estoy? ¿Que paso?- justo en ese momento recordó todo lo sucedido –¡Karin! ¿donde esta el?-

-Era lo único que decías durante estos dos días de tu inconsciencia, así que mandamos a buscarlo pero…- la mujer únicamente saco la espada de Karin de un trapo, la espada estaba un poco gastada y tenia manchas de sangre.

-El…me protegió y…- Kira estaba llorando sobre la espada –tengo que salir del reino-

-¿Que planeas?- pregunto la mujer.

-Armand debe estar en Madra o en Lindblum así que iré a buscarlo- explico Kira.

-…Se encuentran camino a Alhafra según el mensaje que enviaron…- explico la mujer.

-Entonces iré hacia Alhafra-

 

Mientras tanto en un bosque…

-¿Armand estas seguro que este es el camino?- pregunto Vincent.

-Si gustas puedes guiarnos tu- respondió el otro.

-¿Siempre se la pasan discutiendo?- pregunto Miria.

-Si- respondieron ellos al unisonó.

El camino había sido largo y aproximadamente estaban a un día de Alhafra.

 

Y en el reino de Madra…

-Muchas cosas sucederán y creo que tendré que ayudar a Armand-

-¿Solo por eso has vuelto Isaac?- pregunto la reina de Madra.

-No he vuelto, solo planeo usar a Madra como fuente de información.

11.-El príncipe perdido.

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-Muchas gracias por atenderme- La voz de Vincent resonaba por la sala del trono –lamento mucho haber estado atacando a los soldados de su reino pero era la única manera de acercarme a usted-

-No se preocupe joven príncipe- la reina de Madra estaba hablando con Vincent –Ahora que usted a expuesto los puntos creo que podremos llegar a un acuerdo con Lindblum sin embargo no puedo prometer nada-

-Entiendo… de cualquier forma le agradezco que me permitiera quedarme en su reino unos días sin embargo debo ir a buscar a mi acompañante-

-Si me das una pequeña descripción puedo pedir que le busquen y le escolten hasta Alexandria- ofreció la reina.

-De acuerdo…veamos…su nombre es Armand, es alto con cabello negro (un poco largo por cierto) muy serio y además lleva consigo una espada con letras doradas grabadas, creo que eso bastara-

-Armand…- la reina se veía muy impactada –¿las letras doradas en su espada formaban la palabra “Dragón”?-

Vincent se sorprendió un poco –¿Como es que usted…?-

Pero antes de que el terminara su frase la reina lo interrumpió –Uno de mis hijos…el es uno de mis hijos…-

-¿Entonces Armand es el príncipe de Madra?- Vincent no sabia que decir ni que pensar. Sin embargo las puertas se abrieron de golpe y en ellas aparecieron dos figuras encapuchadas.

-Vengo por Vincent- dijo uno de ellos.

Vincent reacciono al instante –(Esa voz) No tiene caso que te escondas Armand, tu madre ya ha mandado a buscarte y yo no planeo negarle el derecho de ver a su hijo-

Armand se quito la capucha y respondió muy tranquilo –Entonces ya lo sabes, espero que “mi madre” también te contara porque mis hermanos y yo nos largamos-

Miria se quito la capucha y pregunto muy confundida –¿Que pasa aquí?-

Armand sin hacer caso a Miria continuo –¿Acaso le contaste que mi padre quería utilizarnos como objetos para la guerra?-

Vincent estaba desconcertado –¿Objetos para guerra?-

-Precisamente por eso lo mate hace 8 años- prosiguió Armand –y por eso mis hermanos se fueron-

-¡¿Mataste a tu padre?!- Miria estaba muy nerviosa.

Y de nuevo sin hacer caso Armand siguió al ver que su madre no reaccionaba (por culpa del dolor que sentía por el comportamiento de su hijo) –Y ahora mira estas en guerra con Lindblum, parece que seguiste con sus ambiciones-

Vincent al ver el dolor de la reina decidió explicar un poco –Esta guerra la inicio Lindblum porque esta en busca de la expansión territorial-

-Vámonos- dijo Armand con la misma frialdad de siempre.

-¿Planeas abandonar tu reino de nuevo?- pregunto Vincent –esto no afecta nuestra amistad pero creo que deberías quedarte aquí donde te necesitan-

-Karin y Kira seguramente nos extrañan y además no tengo intenciones de tomar mi lugar como “príncipe” de este lugar- explico el chico.

(Miria prefirió quedarse callada ya que nadie le prestaba atención)

-Perdóname…- la reina tenia lagrima en los ojos mientras hablaba –yo debí haberles ayudado o haber impedido los planes de tu padre no te culpo por tu odio hijo mío…-

-No me interesan ni tus lagrimas ni tus disculpas…- contesto Armand dándole la espalda –…y tampoco te odio, la razón por la que no regresare es porque tengo una nueva vida y además tengo una persona que me importa mucho…su nombre es Karin y creo que también lo reconocerás-

-Eres libre de continuar tu camino Armand…- la reina estaba sonriendo por las palabras que su hijo acababa de pronunciar.

-Debes saber que además de mi hay al menos otro príncipe de Madra vivo- dijo Armand mientras salía de la sala del trono con sus compañeros.

Y así los tres chicos (Armand, Vincent y Miria) salieron del reino y una ves fuera decidieron hacer planes.

-¿Quien es ella?- pregunto Vincent.

-Mi nombre es…- pero antes de que Miria terminara su frase fue interrumpida.

-Se llama Miria pero no te acostumbres a su presencia, la llevaremos a Alhafra debido a que le debo un favor pero eso es todo- explico Armand tan indiferente como siempre.

-El camino a Alhafra es muy largo- dijo Vincent.

Armand volteo a verlos -Una ves que llevemos a Miria a Alhafra regresaremos a Alexandria ¿están de acuerdo?-

Los otros dos chicos asintieron con la cabeza.

-(Karin ¿como estarás?)- En esos momentos eso era lo único que pasaba por su cabeza.

Armand y sus dos acompañantes comenzaron su viaje mientras que en Alexandria Kira había despertado después de dos días.

El cuervo rojo.

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Armand y Miria después de un tiempo por fin habían llegado al pueblo de Lalivero, el pueblo era pequeño y muy tranquilo.

-Debe estar aquí…- menciono Armand.

-¿A que te refieres?- pregunto Miria –¿Que debe estar aquí?-

-El tipo que me llevo a tu casa, no puede haber viajado tanto así que debe estar aquí o al menos debe haber pasado por aquí- explico el chico.

Los dos comenzaron a avanzar por el pueblo hasta que llegaron a una pequeña pensión, una ves dentro Armand decidió hablar con el dueño.

-Bienvenidos- dijo el sueño con una sonrisa en el rostro –¿desean una habitación?-

-No realmente- respondió Armand –sin embargo ¿cree que podría darme un poco de información?-

El dueño de la pensión un tanto sorprendido únicamente hiso un movimiento con la cabeza afirmando que contestaría lo que se le preguntara.

-Gracias, ¿De casualidad ha visto a un hombre con una pluma de cuervo rojo en su espada?- el chico no tenia muchas esperanzas en conseguir una respuesta en realidad.

-Si- respondió el dueño de la pensión (lo cual sorprendió a Armand) –vive muy cerca de aquí en medio del bosque-

La conversación continuo y Armand obtuvo toda la información necesaria.

-Iré a ver a esa persona- le dijo Armand a Miria.

-Yo voy contigo- contesto ella.

-No te preocupes, no te abandonare en este pueblo- Armand tenia todo listo para ir al bosque –es solo que quiero verlo solo, en cuanto resuelva mis asuntos con el vendré por ti y te llevare de vuelta a tu hogar ¿de acuerdo?-

La chica aunque un poco desconfiada acepto. Y así Armand avanzo por el bosque hasta que llego a una casa en medio de este, era una casa pequeña y un poco desgastada y por alguna razón el chico sintió un poco de nostalgia estando frente a ella.

Armand entro en la casa con su espada en alto sin embargo al entrar lo único que encontró fue a un hombre sentado dándole la espalda.

-Veo que sigues vivo- dijo el hombre sin moverse de su lugar.

Mientras guardaba su espada Armand dio su respuesta –No podía morir, tu te fuiste y nunca volviste, tenia que vivir…vivir y volverme fuerte para poder volver a ver al legendario cuervo rojo…para volver a verte…Isaac-

-Has crecido mucho- respondió Isaac mientras se levantaba del asiento –han pasado once años desde la ultima ves que nos vimos mi querido hermano ¿o debería llamarte legendario dragón de rayo?-

-Como sea…ahora comprendo porque nunca volviste, yo mismo nunca volví a Madra- explico Armand –sin embargo ahora un amigo mío esta ahí y puede que este en peligro, por eso te busco-

-No planeo ayudarte- respondió Isaac con indiferencia.

-No te pido que me ayudes, sin embargo supongo que te has mantenido informado…dime todo lo que puedas sobre Madra-

Isaac comenzó a dar vueltas por la casa mientras explicaba –Madra ha cambiado mucho, desde que asesinaste a nuestro padre el rey sus fuerzas militares se redujeron y con eso también redujeron sus defensas así que no creo que te cueste trabajo entrar a salvar a tu amigo-

-¿Incluso sabes que asesine a nuestro padre? si que estas informado- se burlo Armand.

-Muchas cosas están por comenzar Armand- Isaac se detuvo frente al chico –mas vale que estés listo para todo en estos momentos-

-Si tu lo dices entonces te creeré-

-Así que a pesar de que desaparecí sin mas¿…aun confías en mi…?- la cara de Isaac cambio a una de asombro.

-Muchas cosas pasaron en estos años, pero supongo que no hay tiempo para explicarte- contesto Armand.

Los dos hermanos se quedaron en silencio un momento.

-Debo ir a salvar a mi compañero o podría volverse un problema sin embargo estoy seguro que nos volveremos a ver- la cara de Armand mostraba una tristeza increíble.

-Si…yo también estoy seguro…- contesto su hermano.

Armand regreso al pueblo por la noche y se dirigió directamente a la pensión.

-Una ves que te lleve a tu hogar seguiré mi camino- explico Armand.

-¿No me dirás de que hablaste con esa persona?- pregunto la chica un poco confundida.

Armand volteo a mirarla y fríamente respondió –No es de tu incumbencia-

-¿Y a donde nos dirigiremos?- cuestiono la chica.

-A tu casa en el bosque y después iré a Madra yo solo- contesto el.

-Pero mi hogar no es en el bosque…- replico ella.

-¿A que te refieres?-

-Dijiste que me llevarías a mi hogar y mi hogar es en el reino de Alhafra- explico ella sonriente.

-(Maldita…) ¿y entonces que hacías en medio del bosque?- pregunto el.

-Tal y como tu dices, no es de tu incumbencia- respondió la chica muy sonriente.

-(Como sea)- pensó el.

-Y debido a que Madra esta de paso a Alhafra parece que tendré que acompañarte a tus asuntos- se burlo Miria.

-(…) supongo que no hay opción- respondió Armand.

Miria y Armand irían a rescatar a Vincent sin embargo muchas cosas mas pasarían.

Alianza.

viernes, 7 de agosto de 2009

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Kira y Karin caminaba por los callejones del reino dirigiéndose a casa en una gloriosa tarde sin embargo ambos van algo desanimados.
-Es extraño no escuchar las bromas de Vincent o los comentarios sarcásticos de Armand- dijo Kira.
Karin únicamente volteo a verla y respondió muy levemente -Si…-
Los días desde que sus dos amigos se marcharon habían sido muy tranquilos, ellos se la pasaban juntos sin embargo Karin nunca hacia mas que responder secamente a cualquier cosa que Kira mencionara.
-Perdóname…- Karin se veía un poco nervioso.
-¿Y que debo perdonarte Karin?- cuestiono la chica.
En ese instante Karin dejo de caminar y respondió –Lo único que hago es responderte secamente y además nunca digo nada… pero eso es porque…-
-…eso es porque fuiste educado por Armand- complemento ella –a decir verdad eres muy parecido a el y no me refiero únicamente a tu aspecto físico-
Karin la miro y sonrió por primera ves en días.
-Parece que comenzamos a entendernos mejor ¿No crees?- Kira también sonreía mientras hacia esa pregunta.

Sin embargo antes de que Karin pudiera responder una espesa niebla apareció y de la nada apareció un hombre con todo el cuerpo cubierto justo enfrente de los dos amigos. Karin inmediatamente reacciono y se puso en guardia con su espada.
-¿Quien eres tu?- pregunto Kira.
El desconocido únicamente levanto la mano y de alguna manera que Karin no pudo explicarse dejo inconsciente a Kira sin siquiera tocarla.
-¿Que le has hecho?- pregunto Karin muy asustado.
-Ella estorbaba así que la deje inconsciente, no te preocupes despertara en unas horas- dijo el desconocido, su voz era muy profunda –La razón por la que vine aquí eres tu-
Karin un poco desconcertado únicamente sostuvo su espada con mas fuerza y entonces pregunto –¿Que quieres?-
-Deberías guardar tu espada, no soy tu enemigo…- mientras decía eso el desconocido comenzó a avanzar hacia Karin –…sin embargo no harás eso, porque ella te importa-
-No eres tan tonto como pareces- respondió Karin burlándose.
-Tu eres el tonto, se que me tienes miedo… te tiemblan las piernas y tu estrategia por si peleáramos seria buscar un momento para escapar… eres débil-
Esa ultima palabra despertó a Karin –¡No te atrevas a llamarme débil!- grito el chico y entonces se lanzo con todas sus fuerzas a atacar.

El desconocido creo una espada de la nada y con un hábil movimiento desarmo a Karin y entonces enterró la espada en el hombro de este.
-¿Deseas poder no?- pregunto el desconocido.
-…si…- respondió Karin y su mirada mostraba una gran ira.
El desconocido únicamente soltó una pequeña risa y entonces dijo unas cuantas palabras –Te puedes vender…cualquier oferta es buena cuando se busca el poder ¿No es así?-
-…si… estas en lo correcto…- respondió Karin aun con la misma cara de ira.
-Abandona este lugar, deja a esa chica y ven conmigo te daré todo lo que quieres, lo único que debes hacer es seguir mis ordenes- el desconocido quito su espada del hombro de Karin –ven conmigo Karin y te volveré mas fuerte-
-¿Como sabes mi nombre?-
-No solo se tu nombre- respondió el desconocido –se quien eres realmente y si vienes conmigo te lo contare todo-
-De acuerdo…-
-Mi nombre es… Endimión y apartir de ahora Karin tu eres mi subordinado-
Karin y Endimión avanzaron y desaparecieron en medio de la niebla, dejando a Kira y al reino de Alexandria tras de ellos.

Lunni…

martes, 4 de agosto de 2009

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Te quiero mucho,
te quiero tanto así,
que sin ti no soy nada.


Se que no lo he demostrado,
pero sabes que te quiero de verdad,
te juro enserio que he tratado,
pero no lo he conseguido expresar.


Es tan fuerte lo que siento,
que te quiero cada día un poco más,
y que cada segundo sin ti,
duele como una eternidad.


Al conocerte aprendí,
que mí vida no era vida,
sino hasta que tú llegaste a mí.


Dos segundos bastaron para quererte,
pero ni un milenio bastaría para olvidarte,
tanto es que te quiero,
que sin ti me moriría.

Nuevas amistades.

lunes, 3 de agosto de 2009

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Cuando Armand despertó se encontraba en una casa vieja (y algo destrozada) noto que tenia el hombro derecho vendado.

-No deberías intentar moverte- dijo una vos detrás de el –Parece que fuiste atravesado por una lanza durante la batalla- Una chica de estatura mediana y un largo cabello negro estaba parada de tras de el con un poco de comida en la mano. (a decir verdad la chica era muy hermosa)

-¿Quien eres tu? ¿Donde estoy? ahh no recuerdo nada, primero que nada ¿como llegue aquí?- cuestiono Armand mientras intentaba ponerse en pie lo ultimo que recuerdo es que estaba en medio de la guerra…(y antes de quedar inconsciente escuche una voz, pero no creo que importe mucho.)-

-Pues un tipo muy extraño te trajo aquí, me dijo que me ocupara de ti y también dijo que no eras peligroso- respondió ella.

-¿sabes el nombre de quien me trajo aquí?- volvió a preguntar el.

-Pues…no me dijo su nombre pero no debería ser difícil reconocerlo cuando lo vuelva a ver-

-¿A que te refieres?- pregunto Armand mientras revisaba su hombro.

-No creo que sea muy común encontrar a alguien con una pluma de cuervo en su espada-

-Yo podría salir capturar uno quitarle una pluma y amarrarla a mi espada, así que si es algo común- se quejo el.

-No es común ya que era un pluma de cuervo rojo- respondió la chica sonriendo.

-(¿Cuervo rojo? Podría ser…no, no es posible, el desapareció hace años)-los pensamientos de Armand eran confusos.

-Pero bueno mi nombre es Miria y estas en mi pequeña casa en medio del bosque- dijo ella.

-Mi nombre es Armand y mi compañero que según parece no ha despertado se llama VIncent- respondió el chico.

-¿Compañero? aquí solo estamos tu y yo…-le afirmo Miria.

-¿Aquel tipo solo me trajo a mi?- pregunto Armand desesperadamente.

-Si- afirmo ella.

-Diablos (Probablemente Vincent este como prisionero de Madra y yo no puedo ir ahi) ¿Cuanto tiempo llevo inconsciente y cual es el pueblo mas cercano?- Armand se había levantado y recogía sus cosas.

-Llevas aquí dos días y el pueblo mas cercano es el de Lalivero- respondió ella –pero te acompañare ya que con esa herida no creo que llegues vivo-

-No necesito ayuda, solo indícame el camino- grito el chico desesperado.

-No hare eso, no puedo dejarte a la suerte. Le prometí a el que te trajo que te cuidaría y eso hare-

Armand lo pensó por un momento y entonces respondió:

-Esta bien pero en cuanto se cure mi herida tomare mi camino y tu el tuyo ¿de acuerdo?-

-De acuerdo- respondió ella alegremente.

Con Miria, Vincent desaparecido, un amigo aun desconocido y los recuerdos brotando Armand no esta seguro de lo que hace sin embargo si esta seguro de que algo malo pasara…tiene ese presentimiento.


Un extraño sueño.

domingo, 2 de agosto de 2009

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(Hermano…)
Los paréntesis en este capitulo son los comentarios de Armand acerca del sueño.


-Te fuiste y nunca regresaste- Un niño con una cara de increíble tristeza estaba parado bajo la lluvia, ocultando sus lagrimas… -¿Acaso ya no me quieres y por eso te fuiste?-
(Que escena tan deprimente)


De pronto toda la escena cambio y estaba el mismo chico charlando con una mujer.
-Mamá ¿Por qué se fue?- pregunto el niño con la misma cara de tristeza.
-El era diferente a nosotros… pensaba diferente a tu padre y es por eso que se molesto con el y se fue- respondió la mujer intentando disimular el dolor que sentía.
-Se fue sin siquiera despedirse de mi, ¿acaso el ya no me quería?-
-No es eso hijo, te aseguro que el te quería mas que a nadie en el mundo…te lo aseguro- volvió a responder la mujer de la misma forma que antes.
(Ese niño… ya debería saber que de nada sirve el cariño)


De nuevo la escena cambio a una que Armand detestaba. El mismo chico estaba parado frente a la puerta de un castillo llorando.
-Hermano ha pasado un mes desde que te fuiste… me pregunto si regresaras, por mi parte yo he seguido practicando con la espada todo lo que me enseñaste e incluso cree mi propia técnica especial…me encantaría que pudieras verla-
(Este niño…a pesar de que soy yo…debo admitir que es un tonto al no darse cuenta de las cosas, parece que no crecí como debía pero no me arrepiento al menos ahora no soy como ese niño que se pasa la vida llorando)
-¿Hermano acaso estoy completamente solo en este mundo?- pregunto el chico mientras miraba el cielo con lagrimas en los ojos.
(Si… y estarás solo durante mucho tiempo…)


De pronto llego a la puerta del castillo un chico de la misma edad que el que estaba llorando.
-Endimión…buenos días- pronuncio el chico con una pequeña sonrisa.
-Buenos días príncipe ¿Qué hace aquí? ¿Acaso sigue triste por lo de su hermano?- cuestiono el otro chico.
-Endimión sabes que no hace falta hablarme tan formalmente, ¿somos amigos o no?-
-Perdóname entonces, pero tu hermano se fue por sus propios motivos en lugar de llorar por el deberías alegrarte- mientras Endimión decía esto sonreía.
(Endimión…)
-¿Qué te trae por aquí Endimión?-
-Bueno como el hechicero del reino se me pidieron unos favores pero ya hablaremos de eso después- respondió el muchacho seriamente.
(Me pregunto que habrá pasado con Endimión durante estos ocho años… ¿estará bien? ¿y porque estoy recordando todo esto ahora?)


El chico ahora se encontraba sentado junto a un rio.
-Mi padre se comporta muy extraño últimamente, se comporta como cuando mi otro hermano se fue…¿acaso los dos se habrán ido por la misma razón?-
(Se fueron exactamente por la misma razón que nosotros…)
-Me pregunto si mi madre sabe algo al respecto…bueno aunque lo supiera seguramente no me diría nada, el único en el que puedo confiar es en Endimión sin embargo el probablemente tampoco sepa nada… pero como es el hechicero podrá investigar, le pediré que lo haga por mi-

(Endimión tardo unos años en darme toda la información necesaria para que yo entrara en razón… sin embargo lo que me dijo solo complemente mi propia información al final…)

La espada de rayo.

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(1 vs 50)
En medio de las líneas de ataque principales del reino de Lindblum se encontraban Vincent y Armand, con sus respectivas espadas listas para la pelea.


Justo cuando los soldados comenzaron a avanzar Armand recordó algo.
-¿Tienes alguna técnica especial? Como príncipe debieron enseñarte alguna-
-Tengo una y por lo visto tendré que usarla- respondió Vincent.
-Yo invente una hace algún tiempo, no me agrada la idea de utilizarla pero si llega a ser necesario lo hare- le dijo Armand a su amigo para tranquilizarlo a lo cual Vincent respondió con una sonrisa.


La guerra comenzó con ambos lados peleando de igual a igual, en medio de la guerra los dos amigos peleaban blandiendo sus espadas con gran facilidad y sin cometer errores.
-¿No has matado a nadie o si?- pregunto Armand a su amigo, a lo cual este respondió únicamente moviendo la cabeza en señal de negación.
La pelea pasaba y a pesar de que Vincent y Armand únicamente dejaban a sus oponentes inconscientes, las bajas por parte de ambos ejércitos eran enormes. Sin embargo el reino de Madra aun tenía muchos mas soldados que el de Lindblum.
Lejos del cetro de la guerra los dos amigos están rodeados.
-Son al menos cincuenta- dijo Vincent –parece que este es el fin-
Armand se quedo pensando y después de un tiempo pregunto -¿Tu técnica especial no puede ayudarnos?-
-No, lo único que puedo hacer es ganar tiempo para que huyas y te reagrupes con los demás- respondió su amigo.
-jaja ni loco permitiría que hicieras eso- respondió Armand –Parece que entonces tendré que usar la mía- mientras decía eso sostenía su espada con todas sus fuerzas –Vincent, no hagas ningún movimiento o podría matarte a ti también. Estas apunto de ver mi técnica especial “La espada de rayo” .


Armand hiso un único movimiento y de pronto el viento empezó a moverse y cortar a todos los soldados que los rodeaban, unos segundos después todo había terminado… todos lo soldados que los rodeaban estaban muertos.
-¿Como hiciste eso?- cuestiono Vincent un poco asustado.
-No es tan difícil, solo es un ataque a gran velocidad es por eso que se ve como si solo moviera la espada una ves pero en realidad fueron 50 veces- explico Armand.
-¿Y los soldados mas alejados? Es imposible que tu espada los alcanzara-
-Manipular el viento y darle la fuerza necesaria para que sea como una espada no es tan difícil cuando tienes una espada y la mueves a esa velocidad solo necesitas concentrarte y ya, se podría decir que son espadas de viento- volvió a explicar Armand.
Mientras avanzaban para reagruparse Vincent noto que Armand no movía su bazo derecho –Por lo visto ese ataque tuyo cansa muy rápido tu brazo-
-Nunca lo había usado contra mas de 20 enemigos y además ya llevaba unos años sin usarlo eso es todo, en cuanto me acostumbre será mucho mejor- De pronto se escucho un gran sonido y una vos que decía “así que sigue vivo” sin embargo Armand estaba muy cansado y quedo inconsciente sin saber nada mas.